domingo, 19 de abril de 2015

PONERSE EN JUEGO SEMINARIO DE JORGE FUKELMAN EN EL CÍRCULO PSICOANALÍTICO DEL CARIBE Texto establecido por Paula de Gainza y Miguel Jorge Lares

En el año 1996, invitado por el Círculo Psicoanalítico del Caribe, el Dr. Jorge Fukelman dictó el seminario Ponerse en juego en Cartagena de Indias, Colombia. Este libro contiene las 9 clases que formaron parte de dicho seminario, así como una conferencia pública abierta a un auditorio de padres, educadores y público en general. La presente obra, de inminente edición, propone un original recorrido sobre diversas temáticas relativas a la niñez y la pubertad, anudando lo que fuera un eje en la conceptualización de Fukelman: el juego como factor constituyente de la infancia. 
La actividad lúdica y su relación con el cuerpo, el espejo y la fantasía, los personajes en la niñez, las máscaras, el laleo universal y la lengua materna, la latencia y la iniciación en la pubertad, son algunas de las temáticas expuestas en este seminario. Ponerse en juego representa un aporte fundamental al psicoanálisis contemporáneo.

jueves, 9 de agosto de 2012

Comentario de Elena Lacombe


Presentación del libro “Conversaciones con Jorge Fukelman” en la Feria del Libro de Buenos Aires el 29 de Abril del 2012
por Elena Lacombe


Ante todo quiero agradecer de todo corazón a Paula y a Miguel esta invitación. Jorge Fukelman fue alguien de una importancia mayor en mi vida. Lo conocí hace 34 años mientras cursaba el primer año de la Residencia de Psicopatología en el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, lugar en que ya había escuchado a analistas que dada la época eran inevitablemente kleinianos. Yo no tenía preconceptos en relación a esta escuela o esta otra, supongo que porque provenía de la medicina. En la Facultad de Medicina no se hablaba de psicoanálisis, ni en la materia Psiquiatría se mencionaba a Freud. Sí contaba en relación al psicoanálisis con un afortunado encuentro en mi adolescencia.

En una Biblioteca de mi barrio, Biblioteca que permitía que pudiera el lector llevarse libros prestados a su casa, (es la Biblioteca Manuel Gálvez, que empobrecida y semi abandonada sigue abierta), me llevé la Psicopatología de la Vida Cotidiana. Freud era para mí alguien nebulosamente importante y me despertó curiosidad tener uno de sus libros al alcance de la mano. Lo leí, como se imaginaran no entendí de qué se trataba, pero no fue la sensación de “no se entiende nada” o “de qué habla este señor” la que me quedó. Fue algo así como:”esto que escribe este señor es absolutamente novedoso para mí, distinto a cualquier otra cosa que haya leído”.

Devolví el libro y como corresponde al especialista que todo neurótico deviene, no me excusaré en que tenía 16 años,especialista en no seguir los verdaderos deseos, devolví el libro y me olvidé de Freud, de mi propia experiencia subjetiva, de mi hallazgo afortunado en fin y me recibí de Bachiller. Luego fui a la Facultad de Medicina, me recibí de médica y como evidentemente la medicina no me gustaba aguanté un año en la Residencia de Pediatría para luego hacer una tímida solución de compromiso: ingresar a la Residencia de Psicopatología.

Fue en ese momento mi segundo encuentro con el psicoanálisis; conocí a Jorge Fukelman. Fue para mí la oportunidad de reavivar esa primera experiencia subjetiva que fuera mi primera lectura de Freud. Les hago la confidencia de que en ese primer encuentro con Jorge lo escuché entendiendo casi nada, mejor dicho en ese primer encuentro y en los que siguieron. Fueron muchos, ya que estudié y supervisé con él durante 20 años. Recuperar el “dice algo distinto a lo que vengo escuchando y me interesa en el sentido de querer saber de eso y también en el de es importante para mí”, fue esencial para sostener dedicarme al psicoanálisis.

Les pido disculpas por este relato en primera persona, pero no ha sido una dificultad menor para hablarles hoy, no verme llevada a hablarles de Jorge Fukelman y de su enseñanza. Nos reunimos aquí para comentar este libro, que por supuesto forma parte de su enseñanza pero que en el marco de este encuentro exige ser recortado como tal.

El libro se llama “Conversaciones con Jorge Fukelman” y efectivamente de conversaciones se trata. Si bien en la mayor parte Paula y Miguel formulan preguntas y Jorge responde, también es cierto que Jorge les pregunta a Paula y a Miguel. En las preguntas que Paula y Miguel formulan  están en juego respuestas a preguntas que ellos como analistas ya se hicieron. Propongo al  lector  participar de esta dialéctica que no es socrática ni platónica, dejando que las supuestas respuestas sabidas se vuelvan preguntas renovadas y así formar también él parte de la conversación.

Paula y Miguel invitan al lector a formular sus propias preguntas y le proponen desde el prólogo algunos posibles caminos de búsqueda: encontrar en las notas a pie de página y en las referencias.

Mi propuesta de lectura de este libro es la de recorrer un camino que no sea el más conocido, seguramente por ser el más transitado, pero que es más cortito: el de preguntas y respuestas. Este libro no es un reportaje, ni una serie de entrevistas. Se inscribe a mi entender, en la venerable tradición del diálogo.

Aclaré antes que su dialéctica no es socrática ni platónica porque el horizonte del psicoanálisis no es el de la filosofía, pero no por ello desconoceré que la de Sócrates fue una vida en diálogo en su dimensión ética y política. La praxis de un analista y por qué no su modo de vida tiene en común con Sócrates la purificación del discurso no para que el individuo se libere de la particularidad de la doxa y acceda al Universal que le permita vivir y actuar conforme a la razón, sino en una búsqueda en apariencia más modesta: la de la relación del sujeto a la verdad.

Sabemos que sería simplista decir a propósito de este libro, que si se reúnen tres analistas a conversar precipitará de ello un diálogo fructífero en relación al psicoanálisis. No va de suyo. Demasiados coloquios, congresos dan prueba de ello.

Continúo mi propuesta de lectura que resumo diciendo que de cada pregunta y también de cada respuesta se puede extraer una nueva pregunta, desde “Cómo fue que yo me he preguntado esto?” a “Cómo es que esto jamás me lo pregunté?”.

Tratemos entonces de escuchar, leyendo el libro que nos convoca.

Paula le pregunta a Jorge acerca del lugar de la supervisión en la formación del analista y Jorge responde con otra pregunta, les pregunta cuál es la experiencia de ellos en ese ámbito. No se trata de responder  qué es la supervisión, sino de hablar en nombre propio de algo que efectivamente remite a la experiencia de cada quien. Paula y Miguel responden desde ese lugar y como ocurre muy a menudo cuando hablamos de una experiencia en psicoanálisis hablan de los obstáculos que en esa práctica se les presentan. Luego, sólo se pueden leer la pregunta y la respuesta incluyendo en una secuencia lo dicho por cada uno de los presentes: Paula, Miguel y Jorge. La legibilidad de la respuesta exige que no realicemos como lectores el ahorro de seguir toda la secuencia.

Plantearía también una muestra de otra secuencia que podría llamar: el diálogo dentro del diálogo. Paula comenta que en su experiencia con los púberes se entabla un diálogo de ida y vuelta, que charlan (Paula y el o la púber en cuestión) o que tal vez juegan a conversar y que para ella no se trata de dejar al púber librado a su propio discurso frente a un analista que se abstiene. Jorge puntualiza, comenta, pregunta para afirmar que en ese diálogo entre Paula y el púber, ella no dice, “Estoy hablando yo”, y es eso lo que permite que la demanda aparezca del lado del paciente.

Esto lo extraigo además porque me permito extenderlo a la estructura general del diálogo que nos entrega este libro. De su lectura jamás podríamos concluir que Paula, Miguel o Jorge busquen algo del orden de “Estoy hablando yo”. A mi entender, esto último le da al contenido del diálogo su fluidez y su apertura.


Pero aquí deseo incluir una diferencia mayor. De ninguna manera ello conlleva que en este libro no queden escritas aserciones tanto sobre la teoría como sobre la práctica del psicoanálisis. El capítulo IV comienza con una explicación de parte de Jorge y no con una pregunta de Paula o de Miguel en la que claramente Jorge Fukelman explicita el cuidado con respecto a ser taxativo en el decir. Taxativo había sido afirmar en el encuentro anterior que los padres eran un efecto del tratamiento ya que los padres pueden aparecer de otra manera. Pero no por ello no puede no afirmar, seguir manteniendo que los padres van transformándose en padres diferentes en tanto remiten a relaciones distintas del analizante y del analista con relación al saber y al goce.

Más acá de los contenidos, lo que quiero precisar es la clara diferencia entre lo taxativo como excluyente de otras variantes y lo asertivo, aquello que a pesar de sus variantes se mantiene como núcleo de verdad necesario para poder ubicarnos de alguna manera.

A mí no me queda más que felicitarlos por ser orfebres de esta joyita y agradecerles, seguramente con muchos otros, el haberla hecho posible.

Ante el silencio en que nos deja que la voz de Jorge se haya apagado, me permito un último recuerdo. Hace mucho tiempo me hizo saber por un amigo mío que le gustaba escuchar como pronunciaba yo Lacan en francés. Vos podés escuchar Elena Roberto lo que para mí eso representa. Mi padre decidió dejarme como herencia el habitar la lengua francesa. Por suerte puedo seguir hablando con vos, por suerte sé que me escuchás y creo que sabés que te escucho ¿Qué otra cosa intentamos hacer lo mejor posible los analistas? ¿Qué otra cosa construye una amistad? Gracias por eso, Elena.

A todos ustedes, gracias por escucharme.













jueves, 6 de octubre de 2011

PAULA DE GAINZA. Conversaciones con Jorge Fukelman. Psicoanálisis: Juego e Infancia


PAULA DE GAINZA. Conversaciones con Jorge Fukelman. Psicoanálisis: Juego e Infancia


Introducción

Buenas tardes, vamos a dar comienzo a la presentación del libro ”Conversaciones con Jorge Fukelman. Psicoanálisis: juego e infancia”, dándoles la bienvenida y agradeciendo presencia de todos ustedes.

Miguel Lares y quien les habla, Paula de Gainza, agradecemos a las autoridades de la Biblioteca Nacional por brindarnos este distinguido espacio.

La publicación de este libro ha sido posible gracias al Grupo Editorial Lumen. Nuestro agradecimiento a los directivos de Lumen; fundamentalmente a Ana María Makar, nuestra interlocutora en la editorial, por la cálida y seria recepción del proyecto.

Agradecemos a Violeta de Gainza y a Susana Kesselman, el haber aceptado y dado lugar a este libro dentro de la colección que dirigen, la colección “Cuerpo, arte, salud”. Y un especial agradecimiento a Violeta, por sus generosos aportes y sugerencias.

Sobre el final del trabajo de escritura, tuvimos la oportunidad de conocer a Jorge Bouzas, quien se encargó en la Editorial, del trabajo de armado y corrección del texto, a quien queremos expresar nuestra gratitud por su disposición y colaboración en el intenso contrapunto previo al proceso de impresión del libro.

Un especial, cálido y afectuoso agradecimiento a Elena Roberto, a quien tuvimos el enorme gusto de conocer y de quien nos llegaban -a través de Jorge- sus comentarios entusiastas sobre el trabajo, mientras lo estábamos realizando.

Desde el inicio, este acontecimiento había sido imaginado de otro modo… Hoy celebramos haber conocido y contactado con la calidad personal de Jorge Fukelman, haber transitado con él muchos años de estudio y reflexión y haber tenido el privilegio de concretar este trabajo que plasma algo del legado de quien consideramos un extraordinario maestro. Sin duda, las elaboraciones de Fukelman han marcado la práctica analítica con niños en nuestro medio, de un modo contundente.

Para referirnos a la obra que hoy nos convoca contamos con la presencia de dos invitadas dedicadas al psicoanálisis: Marina di Carlo y Lidia Alazraqui.

La licenciada Marina de Carlo forma parte del grupo de colegas que desde hace muchos años estaba estrechamente ligado a la reflexión de Jorge Fukelman. Además, sabemos sobre el amistoso y periódico diálogo que durante mucho tiempo, Marina ha mantenido con Jorge alrededor del campo de la literatura.

La convocatoria a la Dra.Lidia Alazraqui respondió a la expectativa de una lectura crítica por parte de una analista de destacada trayectoria .Lidia no ha estado directamente vinculada a la transmisión de Jorge Fukelman, ella ha desarrollado durante 20 años su labor analítica en Madrid, donde dirigió la institución CEPIP. Actualmente, en Argentina, forma parte del comité de redacción de la publicación titulada “Psicoanalítica”, por nombrar algunas de sus actividades vinculadas al psicoanálisis. En lo personal, una inmensa gratitud por contar hoy con su participación.

Podemos fechar el nacimiento de este libro hacia fines del año 2009, a partir de una ocurrencia que tomó forma tras el asentimiento de Jorge:”…la propuesta resulta tentadora”, nos dijo cuando fuimos a contarle nuestra idea. Tal como lo referimos en el prólogo, expresó: “Podemos conversar, y si lo que conversamos resulta interesante, consideraremos la publicación; si no, habremos pasado unas gratas tardes charlando.”

Nuestro propósito tenía que ver con registrar y establecer por escrito lo que era su forma de pensar y trasmitir el psicoanálisis: habitualmente comunicaciones orales en las que Jorge ponía en acto sus reflexiones. El doctor Fukelman jamás daba clases magistrales. Lo que él planteaba tenía el rasgo de estar siempre en construcción. Había que seguirlo en una serie de asociaciones que nada tenían que ver con un saber acabado y terminado. Por otra parte, con su singular disposición a escuchar, habilitaba y tomaba cada pregunta con un enorme respeto.

Y así fue, que el marco de un clima cordial, distendido pero profundamente serio –propio de su estilo-transcurrieron los encuentros en su consultorio. Fueron una decena de reuniones entre enero y octubre del año pasado. Miguel y yo propusimos los temas centrales y luego nos dejamos llevar por lo que fue surgiendo en el discurrir de las charlas. Con entusiasmo fuimos atravesando esta experiencia de las conversaciones, una experiencia transitada sin promesas respecto de los resultados.

El libro incluye y respeta la totalidad del contenido de las charlas en su exacto orden de desarrollo. Hemos hecho una fuerte corrección de estilo en la que el mayor empeño fue reflejar en la escritura el modo de transmisión de Fukelman.

Encontrarán en el pie de las páginas, las referencias que hemos considerado adecuadas para aportar caminos de búsqueda sobre algunos conceptos psicoanalíticos, referencias que además dan cuenta de los fundamentos de un lector incansable.

Con la anuencia de Jorge, al final de varios capítulos agregamos una serie de comentarios, en forma de escolios, que anudan ciertos temas tratados en el apartado. Para la confección de los escolios realizamos una búsqueda en todas las disertaciones públicas que tuvimos a nuestro alcance desarrolladas entre los años 1991 y 2007 y representan, así como la obra toda, un intento de acercar la transmisión del Dr. Fukelman a la escritura.

Para finalizar quiero comentar algo respecto de la tapa del libro. El día 20 de octubre de año pasado realizamos el último encuentro, y entonces, decidimos tomar algunas fotos. Cuando estábamos ubicando la cámara, para sacar una automática, Jorge dijo:”esperen, quiero que en la foto salga este cuadro que a mí me gusta mucho”. Era “El bibliotecario” de Arcimboldo, que-en honor a esta anécdota-fue elegido por nosotros para ilustrar la tapa del libro.

MIGUEL LARES. Conversaciones con Jorge Fukelman. Psicoanálisis:Juego e Infancia


MIGUEL LARES, su disertación en la presentación de Conversaciones con Jorge Fukelman. Psicoanálisis:Juego e Infancia






Hace unos años se publicó una obra dedicada a la historia de los psicoanalistas de niños. Jorge escribió unas pocas pero cálidas palabras sobre esa publicación. Refiriéndose a dos personas que la autora rescataba en esa historia, Fukelman usó la expresión “injustamente relegadas”.

En los primeros años de los ’70 Elena Roberto y Jorge fueron docentes en la carrera de Psicología de la Universidad de Buenos Aires.

El Dr. Fukelman estuvo al frente de la cátedra de Psicopatología de esa carrera y fue desde allí que tuvo la iniciativa y la decisión de invitar a un personaje íntimamente asociado a la introducción de la enseñanza de Jacques Lacan en Argentina. Ese personaje era Oscar Masotta.

Sobre esto Jorge nos comunicó algo que siempre le había llamado la atención: Las clases que Masotta dio en la UBA, en su cátedra, se reprodujeron a lo largo del tiempo a través de distintas publicaciones psicoanalíticas, omitiendo sistemáticamente la mención del responsable de esa invitación así como del lugar donde se habían llevado a cabo las disertaciones.

Con gran satisfacción hemos comprobado que nuestro amigo Marcelo Izaguirre subsanó esas omisiones, y eso lo llevó cabo tanto en su obra “Jacques Lacan, el anclaje de su enseñanza en la Argentina” (de esto alcanzamos a ponerlo al tanto a Jorge a fines del 2009) y luego, de manera definitiva, en el prólogo que recientemente escribiera para la reedición de “Ensayos Lacanianos” de Oscar Masotta.

De ese prólogo de Marcelo, extraigo esta cita: “Becario de la Universidad de Buenos Aires en los años sesenta y expulsado por el gobierno de facto de 1966, Masotta retornará a ella en 1972. Masotta dicta dos clases en la cátedra de Psicopatología de la uba, aquí publicadas bajo el título “Edipo, castración, perversión” (p. xxx). Jorge Fukelman, responsable de la invitación, afirmó que aquella clase contó con una cantidad inusual de alumnos y oyentes, y fue el único cambio que en esa época –fines de 1972 y principios de 1973– no se promovió en las aulas de Psicología invocando a Marx o Mao sino a Freud y Lacan.”

Como ya ha dejado entrever Paula en su comentario respecto a la labor en los grupos de estudio: no era sencillo compartir horas de reflexión con Fukelman.

Algunos de los colegas que están hoy presentes pueden dar testimonio de eso. En un estilo que estaba siempre en una relación de exclusión con lo académico, era palpable el malestar inherente a nuestra práctica. Jorge no le gambeteaba a la dificultad, esto también era así para los que formábamos parte de ese proceso de transmisión con él.

Los efectos de ese estilo eran palpables: gente que se iba raudamente porque les resultaba insoportable, como nos consta que ocurrió con muchos de los que pasaron por los grupos, o bien para quienes se quedaban, la estimulación del deseo de arreglárselas con las propias dificultades y el renovado interés que resultaba de eso.

Eso lo pueden atestiguar varias generaciones de analistas que con esa impronta han realizado y realizan importantes contribuciones en el campo del psicoanálisis aplicado a la infancia.

El Dr. Fukelman se dedicaba al psicoanálisis. “Dedicado al psicoanálisis” es la expresión que él mismo solía elegir para ser presentado y esta dedicación al psicoanálisis resultaba, según sus propias palabras, de la encrucijada entre el análisis personal, la práctica clínica y sus lecturas.

A mí me gusta pensar que este libro tiene mucho que ver con la música. Violeta Gainza, personaje clave en este proyecto, viene de la música, de una vida dedicada a la música y de un recorrido prominente en ese campo.

Y por extraño que pueda sonar fue en términos musicales que le planteamos a Jorge esta invitación.

Le dijimos: vamos a encargarnos de inscribir cada conversación imaginando que es el registro de música en una primera toma. Toma 1 que contiene una intención que ya no se repite en la sucesivas tomas. Pero como primera toma amerita luego un ordenamiento, plantea ciertas posibilidades, impone algunas obligaciones.

Casi como si le hubiéramos dicho: “Jorge: vas a grabar un disco y nosotros nos vamos a encargar de escribirlo.”

Los lectores especializados, sobre todo los que han estado bajo la égida de la transmisión de Jorge, sabrán juzgar el espíritu de esa labor de escritura que con Paula hemos llevado a cabo.

Y justamente, quizás en una evidencia de cómo el maestro escuchaba, en el primer capítulo de “Conversaciones”, la primera intervención de Jorge es una referencia sobre la cantante María Bethania y un particular enlace entre la música y el perfume.